Ya lo anunciamos hace unos días en redes OFERTAS PROTEINAS
la clave para saber en primer lugar que debemos
establecer, qué se entiende popularmente como alimentos quemagrasa, y que entendemos los expertos en
nutrición por tal acepción.
La denominación de alimentos
quemagrasa o comida quemagrasa proviene de su traducción del inglés "fat
burning foods", como popularización de alimentos con calorías negativas
(negative calories foods).
Es importante saber
que algunos alimentos contienen menos calorías que las que el organismo
necesita para los procesos de digestión y procesamiento dicho alimento, de tal
forma que su consumo produciría gasto de energía y, por tanto, pérdida de peso.
Por ejemplo, según ésta idea
40 g. de apio contienen sólo 7 Kcal. pero la digestión de esa cantidad por el
organismo precisa de 30 Kcal; es decir al final se produce un balance negativo
de 23 Kcal, que el cuerpo gastaría.
Entre los alimentos
destacados con dichas propiedades quemagrasas son: lechuga, endibias, cebolla,
espárragos, calabacín, calabaza, pepino, ajo, espinacas, manzana, los cítricos,
frambuesas y fresas, arándanos, papaya y mango.
Entre los alimentos
quemagrasas destacan, entre otros, los cítricos.
Teoría de las calorías
negativas
En realidad la teoría de las
calorías negativas es una interpretación
No existen, entonces,
alimentos con calorías negativas y/o con propiedades quemagrasa, ya que tanto
la denominación como su base fisiológica son erróneas en sí mismas.
Otro uso de "alimentos
quemagrasa" ampliamente utilizada en el ámbito popular es para aquellas sustancias
(la mayoría derivadas de plantas) que pueden participar activamente en los
procesos de digestión (con estimulo del peristaltismo o incremento de la
sensación de saciedad), renal (incremento de la diuresis facilitando la
eliminación de líquidos) o facilitando algunos procesos metabólicos (como el de
la glucosa o el tiroideo).
Muchas de estas sustancias
podrían ser efectivas regulando discretamente la ingesta de alimento por su
alto contenido en fibra, o en el drenaje de líquidos por su actividad diurética;
su efectividad en la pérdida de peso sólo se basa en su utilización como
tratamiento de ayuda en dietas hipocalóricas controladas, y no como sustancias
que faciliten en sí mismos la lipólisis (destrucción de las grasas) o reduzcan
la lipogénesis (fabricación de grasa) por el organismo.
Sustancias quemagrasas
Entre las sustancias
conocidas popularmente como quemagrasas están:
Alcachofa (drenante, estimulante de la secreción biliar,
discretamente laxante).
Papaya (facilita la digestión).
Piña o ananás (facilita las digestiones y ligeramente diurético).
Camilina o té (estimulante y diurético).
Citrus aurantium o naranja
amarga (dudosa efectividad sobre el
incremento del gasto energético).
Fucus vesiculosos y espirulina (algas ricas en proteínas y minerales, diuréticas y
reguladoras del apetito, por su alto contenido en yodo facilitarían el correcto
funcionamiento del tiroides acelerando el metabolismo).
Garcinia cambogia (purgante, y reductora del apetito).
Guaraná (estimulante y fortificante por su alto contenido en
cafeína que estimularía el metabolismo).
Ortosifón (diurético).
Reina de los prados (depurativa y drenante de líquidos).
Karaya (saciante, mejora el estreñimiento).
Vellosilla (depurativa y drenante).
Fisolina (por ser muy rica en fibra es saciante y podría retardar la absorción
intestinal de azúcares).
Glucomanano y chitosano (forman un gel denso en el intestino produciendo
saciedad y reduciendo discretamente la absorción de grasa y azúcares de los
alimentos).
El té tiene propiedades
estimulantes y diuréticas
En la actualidad se han
puesto de moda otras sustancias como potentes quemagrasa, entre éstas destacan
la L-Carnitina y el ácido linoleico conjugado.
La L-carnitina es una sustancia que favorece el paso de los ácidos
grasos al interior de las células para ser utilizados como combustible. Debido
a ésta función, la utilización de altas dosis de L-carnitina produciría una
mayor utilización de las grasas como fuente de energía frente a los azúcares
provocando pérdida de masa grasa, reduciendo la fatiga muscular y el tiempo de
recuperación tras el ejercicio, de ahí que se haya puesto de moda en
deportistas.
En primer lugar habría que
decir que la L-carnitina puede ser sintetizada (fabricada) por el organismo, de
ahí que su deficiencia sea extremadamente rara en nuestro medio; una dieta
equilibrada contiene más cantidades de L-carnitina de la que es necesaria
diariamente, ya que es fácilmente obtenida de algunos productos animales (fundamentalmente
carnes de cordero, vaca y oveja) mientras que es muy escasa en frutas y
vegetales.
Ácido linoleico conjugado o CLA
El ácido linoleico conjugado
o CLA en nuestra Tienda DE PROTEINAS es un ácido graso esencial (el organismo no es capaz de producirlo por sí
mismo y necesita incorporarlo por medio de los alimentos) muy abundante en
productos de origen animal (sobre todo de rumiantes) y menor en aceite de
semillas y cereales (maíz, soja, girasol).
Las cualidades atribuidas al
CLA son múltiples, y destacan su efecto negativo sobre la masa grasa corporal,
la glucosa y los lípidos (colesterol y triglicéridos), y sus efectos
beneficiosos en el incremento de las defensas y capacidad antioxidante (lo que
podría reducir la incidencia de algunos tumores). De éstos el que más interés
despierta es su capacidad para reducir la masa grasa, aunque los resultados de
distintos estudios científicos son controvertidos.
En los estudios favorables
al CLA, se produce una disminución modesta (cercana al 4%) de la masa grasa y
reducción del perímetro de la cintura sin disminución del peso total, con un
uso de al menos 4 semanas de CLA.
Aunque puede ser prometedor,
los estudios todavía no han demostrado que el uso de CLA en personas con
obesidad o sobrepeso deba ser justificado de forma rutinaria.
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