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viernes, 26 de junio de 2015

DIFERENCIA ENTRE INTENSIDAD Y DENSIDAD DE ENTRENAMIENTO

Es comùn, en deportistas pero también en profesionales del acondicionamiento físico, confundir los conceptos de intensidad y densidad. Tener bien clara la definición es vital puesto que son, en muchos casos, opuestos y determinan resultados contrarios.
Por intensidad entendemos el porcentaje que supone el peso utilizado respecto al máximo que seriamos capaces de emplear para una sola repetición realizada con la técnica correcta. Es por ello que un entrenamiento ejecutado con un peso que represente el 90% de nuestro 1RM, y que nos posibilite realizar alrededor de 3 repeticiones máximas, será más intenso que trabajar al 70% y hacer 10 repeticiones máximas por mucho que esto nos parezca más intenso en el sentido más coloquial de la palabra. La intensidad está, por tanto, más relacionada con entrenamientos de fuerza y fases de intensificación realizadas con altas cargas y largos periodos de descanso, disminuyendo drásticamente su densidad.
Por densidad entendemos la cantidad de trabajo, o volumen de entrenamiento, que desarrollamos en un determinado tiempo. De esta manera, un entrenamiento puede ser más denso porque en menos tiempo hemos hecho el mismo trabajo, o bien porque introduzcamos ante una misma duración del entrenamiento un mayor volumen o cantidad de trabajo. Este concepto está vinculado estrechamente con el tiempo de descanso entre series y el número de repeticiones, pues lógicamente serán los principales factores que posibilitarán una mayor cantidad de trabajo en un mismo periodo de tiempo. Este factor resulta determinante en entrenamientos de hipertrofia o fases acumulativas de entrenamiento donde el volumen total  resulta determinante, pero necesitamos no superar la hora por el marco hormonal desfavorable que generaría.
De esta manera, un circuito realizado con escaso tiempo de descanso no te permitirá mover altas cargas pero terminaremos exhaustos. Cuando el deportista habitual consideraría que este entrenamiento es intenso, realmente estaríamos hablando de una planificación de alta densidad y baja intensidad.
Estos conceptos resultan determinantes para entender muchas veces los diferentes sistemas de entrenamiento que explicamos en este blog  y que, en caso de no conocer bien la diferencia, pueden llevarnos a planificaciones inùtiles con las que jamás obtendríamos los resultados pretendidos.

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sábado, 23 de mayo de 2015

LO QUE DEBES SABER DE LAS PROTEÍNAS

¿Qué son las proteínas?
Moléculas orgánicas de gran tamaño que están formadas por largas cadenas de unos compuestos químicos denominados aminoácidos. Éstos pueden combinarse en cualquier orden y repetirse de cualquier forma. Teniendo en cuenta que una proteína media está formada por entre 100 y 200 aminoácidos, el número de posibles combinaciones resultante es enorme. En lo que se refiere a las proteínas humanas, están formadas por 20 aminoácidos, de los que 8 son esenciales. Nuestro organismo no puede formar por sí mismo estos últimos, por lo que es necesario obtenerlas diariamente a través de los alimentos.

¿Cómo funcionan?Cada especie animal o vegetal está formada por su propio tipo de proteínas, incompatibles con las de otras especies. Lo que provoca que nuestro organismo no sea capaz de asimilar directamente las proteínas que obtiene de los alimentos. Para poder absorberlas y utilizarlas, es necesario que durante la digestión, y de la mano de diversos enzimas y jugos gástricos, las descomponga previamente en sus componentes más sencillos, los aminoácidos. Una vez hecho esto, dichos elementos básicos pasan a la sangre y se distribuyen por los tejidos. Es ahí donde se combinan con otros aminoácidos procedentes de proteínas que se han ido degradando y forman otras nuevas, de un tipo o de otro según las necesidades del momento.

¿Para qué sirven?Sin ellas, nuestra musculatura no existiría. Sin embargo, ésta es sólo una de las muchas e importantes tareas que ejercen. Si tenemos en cuenta que el término proteína proviene del griego proteios que significa primario, lo más antiguo, lo primero, podemos hacernos ya una idea de la gran relevancia que tienen para nuestro organismo. Se podría decir que sirven para casi todo, pues están presentes en la mayoría de las funciones vitales del cuerpo: son necesarias para la formación y reparación de los tejidos.
Además de los músculos, proporcionan los materiales que constituyen los huesos, glándulas, órganos internos, así como también la piel, el cabello y las uñas. La contracción muscular, la protección inmunológica y la transmisión de los impulsos nerviosos dependen de ellas. Retrasan el envejecimiento del cuerpo y también pueden actuar como fuente de energía cuando los carbohidratos y las grasas escasean.

¿Dónde encontramos proteínas?Al ser un elemento constitutivo de toda célula viviente, se encuentran en todos los tejidos y en casi todos los alimentos. Lo que varía, eso sí, es su concentración y su naturaleza. Según ésta, podemos establecer dos grandes fuentes de proteínas: las de origen animal (carne, pescado, huevos y lácteos) y las de origen vegetal (cereales, legumbres y frutos secos).

¿Son todas iguales?No, las hay de mayor y de menor calidad. Depende de que la proteína contenga o no los aminoácidos esenciales y en qué proporción. Basta con que falte un solo aminoácido para que la calidad baje en picado, puesto que para que tu organismo pueda formar sus proteínas es preciso que disponga de todos y cada uno de los componentes esenciales. Además, el aumento de un aminoácido no compensa la ausencia de otro. Por este motivo y salvo alguna excepción como la de la soja, las proteínas animales se consideran de mejor calidad que las de origen vegetal.
Además de la calidad de la proteína, hay que tener en cuenta si ésta puede ser aprovechada por tu cuerpo. No todas las proteínas que obtenemos a través de los alimentos se digieren de la misma forma. Por ejemplo, la soja, a pesar de tener menor valor biológico que otros alimentos de origen animal, tienen un aporte proteico neto mayor pues nuestro sistema digestivo asimila mejor sus proteínas.

¿Animales o vegetales?En principio, y exceptuando la soja, el hecho de que las proteínas animales sean de una mayor calidad que las de origen vegetal puede hacernos decantar por ellas. Craso error. Recuerda que las primeras suelen ir acompañadas de grasas, en su mayor parte saturadas, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Frente a ellas, las vegetales contienen menos sustancias tóxicas, sobrecargan menos el hígado y los riñones, son fáciles de digerir y su contenido de grasas saturadas y de colesterol es escaso o nulo. En cualquier caso, una dieta equilibrada debe incluir ambas. Lo ideal es que dos tercios de las proteínas que consumimos sean de origen vegetal y la tercera parte, animal.

¿Cuántas necesitamos proteínas?La cantidad de proteínas que necesita cada uno viene determinada por varios factores, como la edad, la salud de nuestro intestino y de nuestros riñones, etc... elementos que, en definitiva, varían el grado de asimilación.
Según la OMS, un hombre adulto necesita a diario unos 0,8 g por kilo de peso corporal. Esta cifra es muy inferior a las que se barajaban hace algunos años; de hecho, en las dos últimos décadas, las cantidades de proteínas recomendadas se han reducido a la mitad.
Los deportistas que se someten a un duro programa de entrenamiento necesitan una mayor cantidad de proteínas que aquéllos que llevan una vida sedentaria. Sin embargo, la diferencia entre las necesidades proteicas de ambos no es tan grande como se acostumbra a creer. Según diferentes estudios, la cantidad recomendada para los que practican deportes de resistencia aeróbica se sitúa entre los 1,2 y 1,4 gramos por kilo y día, y aumenta ligeramente para aquéllos que tienen un gasto energético extremo, como los maratonianos.
Estas cantidades se cubren con una dieta equilibrada sin tener que recurrir a suplementos alimenticios. Por lo general, un deportista necesita un mayor número de calorías, por lo que come más cantidad. Ese aumento es más que suficiente para aportar las necesidades extra de proteínas.


   

Carencia de proteínas

-Cuando el cuerpo no recibe diariamente las proteínas que necesita, las busca en sus propios tejidos, lo que provoca una pérdida de masa muscular.
-Te fatigas antes, física y mentalmente. 
-El sistema inmunológico se resiente y eres más vulnerable a las infecciones. 
-Se reduce la capacidad de eliminar productos de desecho, caso de los radicales libres,  causantes del envejecimiento.
-Los procesos metabólicos se ralentizan.

Exceso de proteínas

-El exceso de proteínas se quema en las células para producir energía. Pero a diferencia de los hidratos de carbono, su combustión es más compleja y produce residuos metabólicos, como el amoniaco, que son tóxicos para el organismo. 
-Sobrecargas de trabajo al hígado y los riñones, con el riesgo de que aparezcan problemas en ambos. 
-Puede provocar una descalcificación osea, que acabe con una osteoporosis.
-El estómago segrega una excesiva cantidad de ácido.
-Puede sufrirse deshidratación debido a una excesiva pérdida de líquidos.
-Aumenta el calor corporal. 
-El organismo sufre un envejecimiento prematuro.
-Puede dar origen a diversas enfermedades del hígado, arterias y articulaciones, y a cáncer de colon.
-El aliento deja de ser precisamente fresco y agradable, y adquiere un olor similar al del amoniaco. 

¿EN QUÉ ALIMENTOS PODEMOS ENCONTRAR PROTEÍNAS?

CARNE

Contenido proteico: Entre un 15% y un 22%, según el tipo de carne.
Dentro de la carne de vacuno (la más consumida por el europeo medio), la más pobre en proteínas es la del becerro (sacrificado antes de los 4 meses), mientras que la del ternera (sacrificada entre los 12 y 18 meses) contiene un porcentaje mayor. En comparación con ella, la carne de potro tiene una cantidad de proteínas igual o incluso superior, y la del cerdo y la de ave es ligeramente inferior (en este último caso, la pechuga tiene más que el muslo). La de cordero, por su parte, presenta un contenido moderado (10 g por cada 100).
PESCADO
Contenido proteico: Entre un 18% y un 20%.
En cuanto a la cantidad y a la calidad de sus proteínas, son muy semejantes a las de las carnes. Puesto a elegir, opta por pescado de mar antes que el agua dulce.
HUEVOS
Contenido proteico: Un 14%.
En cuanto a proteínas, el huevo es el alimento perfecto. No en vano, la OMS considera que sus proteínas son las de mayor calidad y las que mejor se asimilan por nuestro organismo. El esquema de sus aminoácidos es considerado como el ideal, y en función de él se define la calidad del resto de las proteínas.
LECHE
Contenido proteico: Entre un 3% y un 4%.
Contiene cientos de tipos de proteínas, la mayoría de ellas en muy pequeñas cantidades, pero ricas en aminoácidos esenciales. Si la comparamos con la leche materna, la de vaca tiene más proteínas, aunque se digiere peor y contiene menos hierro. La leche de burra y de yegua (se trata de dos animales cuadrúpedos) son las más similares a la materna. La de cabra, por su parte, contiene unas proteínas de mejor calidad que las de la vaca y más fáciles de absorber por el organismo. El hecho de que la leche sea desnatada no afecta a su contenido de proteínas. Lo único que se ha eliminado de ella son los lípidos.

LEGUMBRES

Contenido proteico: Entre el 20% y el 23%.
Son un alimento muy nutritivo gracias a su elevado contenido de proteínas, sobre todo cuando están secas. La reina de las legumbres es la soja, con la mayor proporción de proteínas del reino vegetal (38%) y la única que contiene todos los aminoácidos esenciales, lo que hace que su calidad sea comparable a la de la carne. Además, disminuye el nivel de colesterol en sangre.

FRUTOS SECOS

Contenido proteico: Entre un 15% y un 30%.
Para conseguir el aporte proteico adecuado, tómalos con cereales. Los cacahuetes, con un 23%, son los que más proteínas contienen.

CEREALES

Contenido proteico: Entre un 7% y un 13%.
Todos los cereales son ricos en un determinado aminoácido, pero pobres en otro. Por tanto, lo que mejor es combinarlos.

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PROTEÍNAS CON NOMBRE PROPIO

Suero de la leche
Es una mezcla de las proteínas que se encuentran en la leche y que son separadas de ella durante el proceso de fabricación del queso. Más tarde se incorporan a otros productos como helados, pan, sopas enlatadas, suplementos, etc. 
Ayuda a combatir el cáncer, el estrés, la hepatitis y la osteoporosis, y mejora el rendimiento atlético y el sistema inmunológico. 
El suplemento de suero de leche es muy popular debido a su gran calidad y facilidad de digestión.

Caseína
Es una de las principales proteínas de la leche de todos los mamíferos, incluyendo vacas, cabras y seres humanos, y es la responsable de un gran porcentaje de las alergias alimentarias. Se utiliza en la fabricación de queso y requesón y como complemento dietético para alimentos infantiles, pan, pastas o embutidos. Se asimila peor que el suero de leche, pero es más útil para evitar la pérdida de las proteínas del músculo.

Albúmina
Presente prácticamente en todos los tejidos animales, es la principal proteína de la clara del huevo y la de mayor capacidad alergénica. Su escasez puede indicar una enfermedad hepática o una renal.

L-Arginina
Actúa como transportador de nitrógeno y juega un importante papel en la producción de la hormona del crecimiento, directamente involucrada en el crecimiento muscular y en el mantenimiento del sistema inmunológico. Está presente en la leche, el pollo y el pescado.

L-Glutamina
Activa el rendimiento muscular, la memoria y el sistema inmunológico. Es el aminoácido más abundante en el tejido muscular, por lo que previene la pérdida de masa al tiempo que ayuda a mantenerla. Favorece la eliminación del amonio tóxico que se acumula tras el ejercicio intenso, pues lo que es aconsejable tomarlo tras el entrenamiento. Se encuentra, entre otros alimentos, en el pescado, la carne roja y los lácteos.

L-Carnitina
Es una combinación de dos aminoácidos: metionina y lisina. Ayuda a perderla. Se encuentra en la carne roja, la leche, los cacahuetes, la coliflor y el germen de trigo.
Creatina
Este compuesto de los aminoácidos arginina, glicina y metionina, es el complemento de moda. Se utiliza para obtener energía inmediata del músculo. Está presente en el arenque, la carne roja, el salmón, el atún y el bacalao.

L-Leucina
Junto con la L-Isoleucina y L-Valina intervienen en la formación y reparación del tejido muscular, por lo que se recomienda para ganar volumen y para recuperarse tras un entrenamiento.

NECESITAS MÁS

Los beneficios de las proteínas no se quedan sólo en los músculos: combaten el hambre y pueden ayudar a prevenir la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas. ¿Cuántas proteínas te hacen falta? Súbete a una báscula y sé sincero contigo mismo acerca del ejercicio físico que realizas. Según un estudio de la Universidad McMaster de Hamilton (Canadá), los atletas de competición ingieren 1,60g de proteínas diarias por cada kilo de peso. Es decir, 136g de proteínas al día para un hombre de 85 kilos.
Los hombres que entrenan cinco o más días por semana, durante una hora por lo menos, necesitan 1,13g de proteínas por kilo de peso. Y los hombres que hacen ejercicio entre tres y cinco días por semana, durante entre 45 minutos y una hora, necesitan 0,93g por kilo de peso. Así pues, un hombre de 85 kilos que entrena en el gimnasio de manera continuada requiere unos 80g de proteínas al día.
Y si pretendes perder peso, cuantas menos calorías ingieras, más cantidad de esas calorías deberán provenir de fuentes proteicas. Si haces mucho ejercicio, tendrás que aumentar la ingesta de proteínas de 0,93g a 1,40g por kilo de peso para conservar la masa muscular, que quema muchas calorías.

NO SON TODAS IGUALES

Las mejores fuentes proteicas son los productos lácteos, los huevos, la carne y el pescado. La proteína animal es completa: contiene las proporciones adecuadas de aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí mismo.
Es posible elaborar proteínas completas a partir de alimentos vegetales si combinas legumbres, frutos secos y cereales en una sola comida o a lo largo del día. Sin embargo, deberás consumir entre un 20 y un 25% más de proteínas vegetales para obtener los mismos beneficios que con las fuentes de proteínas animales. Y las legumbres y hortalizas contienen hidratos de carbono que hacen que sea más difícil perder peso.
Así pues, si las proteínas pueden ayudarte a adelgazar, ¿acaso la solución para eliminar esos kilos de más es tomar unas alitas de pollo bañadas en salsa de queso azul? No exactamente: el número total de calorías sigue siendo importante. Reduce la cantidad de grasas y carbohidratos para dejar más espacio para las proteínas puras: los huevos, el yogur, la carne magra y el pescado.
Pero recuerda, si no estás conforme con tu peso, no le eches la culpa a las grasas en sí: lo más probable es que los culpables sean los hidratos de carbono. Las grasas contribuyen a que te sientas saciado, mientras que los hidratos de carbono aumentan la glucosa en sangre, que se revoluciona, pero te deja con sensación de hambre al poco tiempo.

BUSCA EL MOMENTO ADECUADO

En todo momento, incluso mientras descansas, tu cuerpo está descomponiendo y creando proteínas. Cada vez que comes por lo menos 30g de proteínas desencadenas un arranque de síntesis proteica que dura unas tres horas. Por esa razón deberías repartir la ingesta de proteínas a lo largo del día.
El cuerpo humano no puede procesar demasiadas proteínas de una sola sentada. Un estudio reciente de la Universidad de Texas (EE.UU.) descubrió que consumir 90g de proteínas en una comida proporciona los mismos beneficios que consumir 30g. Según los el autores del estudio: "hay un límite de la cantidad de proteínas que puedes ingerir para maximizar el desempeño; el resto, es combustible malgastado".
Tomar proteínas en las tres comidas principales (además de picar dos o tres veces al día alimentos proteicos como el queso, el jamón y la leche) te ayudará a comer menos en conjunto. Las personas que empiezan el día con un desayuno rico en proteínas consumen 200 calorías menos al día que quienes se atiborran con un desayuno cargado de hidratos de carbono. Si terminas el día con un bistec no obtendrás el mismo efecto saciante.

EL ENTRENAMIENTO REQUIERE COMBUSTIBLE

Si vas al gimnasio necesitas proteínas. Pero, ¿qué cantidad y cuándo? Los expertos recomiendan tomar la mitad de ellas 30 minutos antes del entrenamiento y la otra mitad 30 minutos después. Lo ideal es ingerir entre 10 y 20 gramos de proteínas. Y ponle un poco de pan a ese pavo, porque los carbohidratos pueden hacer subir la insulina; eso ralentiza la ruptura de proteínas, lo cual acelera el crecimiento muscular después del entreno. Y eso no es todo: así no emplearás las proteínas almacenadas como fuente de energía, sino que confiarás en los hidratos de carbono consumidos para que te sacien.
Un estudio publicado en la American Journal of Clinical Nutrition fijó en 20g la cantidad ideal de proteínas necesarias después del entrenamiento para maximizar el crecimiento muscular.
Eso ocurre porque el ejercicio de resistencia rompe el músculo, cosa que requiere una inyección nueva de aminoácidos para repararlo y reconstruirlo. "Si levantas pesas y no consumes proteínas, es casi contraproducente", asegura el artículo. Las proteínas también ayudan a construir enzimas que permiten que el cuerpo se adapte a los deportes de resistencia, como correr e ir en bicicleta.





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lunes, 26 de enero de 2015

ENTRENA SIN DOLOR

 Te presentamos cuatro ejercicios que pueden causarte dolor y con qué sustituirlos para no afectar tu rutina.  


SI ESTO DUELE: Sentadilla con barra

HAZ ESTO: Sentadilla búlgara
Apoyar el pie trasero permite tener el torso erguido (menos estrés en tu columna), y sostener un peso pone la mayor carga posible en la pierna del frente.  






SI ESTO DUELE: peso muerto

HAZ ESTO: elevaciones de torso con barra
La mayoría carece de movilidad en las caderas para ejecutar bien un peso muerto. Estas elevaciones te enseñan a articular las caderas sin encorvar la espalda.  





SI ESTO DUELE: press de hombro

HAZ ESTO: press de hombro con barra inclinada
Se hace en un ángulo, pero no sobre la cabeza, así que requiere menos movilidad del hombro y pone menos tensión en tus articulaciones.  





SI ESTO DUELE: press de pecho

HAZ ESTO: lagartija con elevación y manos cerradas
Levantar tus pies y juntar tus manos hace tanto músculo como el press de pecho en banco sin sobrecargar tus hombros.


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lunes, 19 de enero de 2015

QUEMA CALORÍAS CON EJERCICIOS PLIOMÉTRICOS

A LA PATA COJA
Serie 1 Sobre el pie izquierdo salta del cuadrado 1 al 2, y viceversa, durante 20 segundos.
Serie 2 Sobre el pie derecho, salta del cuadrado 1 al 2, y viceversa, durante 20 segundos. 
Repíte este circuito dos veces y descansa un minuto después de cada set. Los movimientos han de ser rápidos. No saltes muy alto y aterriza sobre los talones.

CON LAS DOS PIERNAS
Serie 1 Salta con ambos pies del cuadrado 1 y al 2 durante 20 segundos.
Serie 2 Salta con ambos pies desde el cuadrado 1 al 2 y después al 3, alternativamente, durante 20 segundos.
Serie 3 Salta con ambos pies del cuadrado 1 al 3 y luego al 2 durante 20 segundos.
Serie 4 Salta con ambos pies del cuadrado 1 al 2, luego al 3 y al 4 durante 20 segundos.
Serie 5 Salta con ambos pies entre el cuadrado 1 y el 4 durante 20 segundos.
Repite esta secuencia dos veces y descansa 60 segundos entre cada set.

SALTOS EN SPLIT

7 minutos
Da una zancada larga con el pie izquierdo. Flexiona esa pierna hasta que el muslo quede paralelo con el suelo. Enderézate de un salto. Aterriza sobre los talones y vuelve a la posición inicial. Recupera el equilibrio antes de volver a empezar. Haz 5 saltos con cada pierna. Completa 5 series de 10 saltos descansando 30 segundos entre cada una.

LANZAMIENTO Y FLEXIÓN DE TRONCO
5 minutos
Separa los pies tanto como el ancho de los hombros y sostén un balón medicinal sobre la cabeza. Mantén las rodillas ligeramente flexionadas y los codos en un ángulo de 10 grados. Inclínate desde la cadera y mete el balón entre tus piernas llevándolo hacia atrás lo más lejos que puedas. Enderézate hasta llegar a la posición inicial y tira la bola por encima de ti en vertical. Cógela y repite. Realiza 5 series de 10 lanzamientos descansando 30 segundos entre cada una.

SALTO EN SENTADILLA CON MANCUERNAS
5 minutos
Coge una mancuerna en cada mano al nivel del pecho, dobla las rodillas y flexiona las caderas hasta que los muslos estén en paralelo con el suelo. Estira las piernas para saltar y sube los brazos por encima de la cabeza. Aterriza flexionando las rodillas, vuelve a la posición inicial y repite el movimiento. Realiza 5 series de 10 repeticiones con 30 segundos de descanso entre cada una.

FLEXIONES CON BALÓN MEDICINAL
5 minutos
Ponte en posición de hacer flexiones, pero con la mano izquierda sobre un balón medicinal y la derecha en el suelo. Con la espalda estirada, flexiona los codos para bajar hasta que el pecho toque la bola. Luego, sube rápidamente con ambas manos y pásate el balón de la izquierda a la derecha. Haz 5 series de 5 repeticiones en cada lado con 30 segundos para descansar entre cada una.

LANZAMIENTO DE BALÓN MEDICINAL
7 minutos
Siéntate en el suelo con las rodillas flexionadas y los pies bien apoyados en el suelo. Coge el balón medicinal por encima de tu cabeza. Tira la bola lo más lejos que puedas a un compañero o a una pared. Procura estirar los brazos y comprime los abdominales. Realiza 5 series de 10 lanzamientos con 30 segundos de descanso entre cada una.


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sábado, 10 de enero de 2015

QUEMA 2000 CALORÍAS DE UN PLUMAZO

¿Quieres que tus buenos propósitos se hagan realidad? Pues ponte el pantalón corto y corre. Si lo haces, habrás optado por el método más efectivo que existe para quemar calorías. Hace falta correr 23 kilómetros a ritmo moderado para quemar 2.000 calorías. Otra opción sería pedalear en bici durante cuatro horas o nadar tres horas y cuarenta minutos. Si no te convence, la guía ofrece otra posibilidad: jugar a las cartas, eso sí, durante al menos 22 horas y media para quemar una comida navideña.

Más posibilidades: subir escaleras (953 calorías por hora), pasar el aspirador (281 calorías/h), ir en moto (213), conducir un coche (174), leer (89) o, incluso, dormir (73)
.
EL MÉTODO MÁS RÁPIDO
Pero si de verdad quieres un resultado rápido y efectivo, lo mejor es hacer el esfuerzo y echar a correr. En realidad, lo que más cuenta es cuánto tiempo se lleva a cabo un ejercicio y a qué frecuencia cardiaca. A menor aceleración del pulso, más gasto energético.
Por ejemplo, si corres a un ritmo intenso (a 10 km/h) puedes llegar a consumir una media de 1.260 calorías por hora, lo que significa que tendrías suficiente con corrrer durante 95 minutos y a lo largo de 14 kilómetros para olvidarte de la comida de Navidad(que puede llegar a representar entre 4.000 y 4.500 calorías, es decir, 2.000 más que las que ingieres en un día "normal").
Si tu ritmo es más bajo, necesitarás 23 kilómetros para quemar 2.000 calorías, pero, incluso en este caso, quemarás más calorías que realizando cualquier otra actividad deportiva.

HAZ BALANCE DEL AÑO
No obstante, y si quieres que te digamos la verdad, el ejercicio físico no suele ser suficiente para perder los entre 3 y 4 kilos que se ganan en Navidad. Para ello es necesario una dieta equilibrada y, ya de cara al año siguiente, acompañar las comidas navideñas de desayunos y cenas ligeras.

La población gana por término medio entre medio kilo y un kilo al año ( salvo que deje de fumar, en cuyo caso la cifra se va a los 6 kilos), por lo que resulta muy necesario no hacer aportes adicionales en diciembre a este aporte de peso global. De ser así, puedes acabar el año fácilmente con 4 kilos de más, salvo que en enero hagas penitencia en pantalón corto.

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martes, 30 de diciembre de 2014

CALORÍAS QUE NECESITA TU CUERPO

Las calorías son una unidad para medir la energía que una persona ingiere o gasta. Si quieres perder peso, tienes dos posibilidades: comer menos o hacer más ejercicio.
Para saber cuánta energía necesita tu organismo, tienes que calcular tu metabolismo basal, es decir, la cantidad de energía o de calorías que consumes en reposo absoluto (para mantenerte vivo, por así decirlo). Este valor depende de la edad, del peso corporal y de la condición física, incluida la cantidad de masa muscular (a diferencia del tejido graso, el tejido muscular consume energía en todo momento).
 Con esta fórmula puedes calcular de manera relativamente exacta cuál es tu metabolismo basal:

Hasta 18 años
17,3 x peso corporal en kg + 651

De 19 a 30 años
15,3 x peso corporal en kg + 679

De 31 a 60 años
11,6 x peso corporal en kg + 879

Más de 60 años
13,5 x peso corporal en kg + 487

Ejemplo para una persona de 35 años y 80 kilos de peso:
11.6 x 80 + 879 = 1807 kcal que gasta el organismo en reposo absoluto en 24 horas.
 Cualquier actividad que realices durante el día, ya sea salir de la cama, cepillarte los dientes, subir escaleras, pulsar el botón del ascensor, dar un paseo o hacer deporte, consume una energía adicional que se suma al metabolismo basal. La ventaja de los deportes de resistencia es que consumen una cantidad de energía relativamente grande. Eso te permite comer más sin engordar, o bien adelgazar aunque comas lo mismo.

                                              



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viernes, 12 de diciembre de 2014

TRUCOS PARA UN CUERPO EN FORMA

Quieres: un entrenamiento rápido

Necesitas... ser más negativo
Al bajar el peso (en la fase negativa) es cuando más trabajan las fibras musculares. Con 2 series puedes sacar el beneficio de 4.
Cómo
Levanta el peso de forma normal pero bájalo despacio. Duele, pero merece la pena.
Nota
La fase negativa puede causar daño muscular, así que no hagas más de 2-4 series.


Quieres: alargar la serie

Necesitas... aguantar
Si, por mucho que lo intentes, no consigues levantar el peso una vez más, no lo hagas. Simplemente, mantén la posición y deja que la gravedad haga todo el esfuerzo.
Cómo
Al final de una serie de dominadas, aguanta un poco en la posición de máxima tensión.
Nota
No te descontroles. Aprieta los dientes hasta que empieces a temblar.

Quieres: ponerte a prueba

Necesitas... preagotar el músculo
Esto duele, pero funciona. Un ejercicio de aislamiento previo “preagota” las fibras musculares, de manera que luego ganas más masa muscular con el ejercicio principal.
Cómo
Haz 6 extensiones de piernas y luego 6 sentadillas. Intenta no llorar.
Nota
No utilices esta estrategia con los hombros, porque los tendones son propensos a lesionarse.


Quieres: fuerza instantánea

Necesitas... sentir la tensión
Para potenciar el crecimiento muscular, mantén el peso inmóvil en la posición de mayor tensión. El músculo se inflará por sí solo.
Cómo 
Aguanta 5 segundos en la posición más alta de un curl de bíceps y luego baja.
Nota
No contengas la respiración ni mantengas la tensión durante más de 5-10 segundos.


Quieres: superar un estancamiento en el recorrido


Necesitas... repeticiones parciales
Éstas te obligan a trabajar la parte del movimiento que más te cuesta. En el caso del press de banca, el tercio inferior.
Cómo
Haz 3-5 series de 8-10 repeticiones parciales (un cuarto del recorrido normal) tres sesiones seguidas. La siguiente sesión, vuelve al recorrido completo.
Nota
Pide a alguien que te eche una mano. Es la parte que más te cuesta, así que no te hagas el héroe.

Quieres: levantar mucho peso

Necesitas... repeticiones parciales
Ésta es de cajón. Si alguien te ayuda a levantar el peso cuando no puedes hacerlo tú solo, te aseguras de machacar al máximo tus maltrechos músculos.

Cómo 
Haz 6-8 repeticiones con suficiente peso como para que los músculos lleguen al fallo. Saca un par de repeticiones más con una ayuda mínima de la otra persona. En la siguiente sesión, vuelve a hacer el recorrido completo.
Nota
Si en lugar de los músculos te duelen las articulaciones, déjalo. Eso son tus tendones pidiéndote clemencia.

Quieres: terminar la serie

Necesitas... descansar
Si no puedes terminar la serie, en lugar de dejar el peso prueba a descansar 5-15 segundos. Los músculos recuperarán fuerza y crecerán más.
Cómo
Carga un peso elevado y descansa 5-15 segundos después de cada repetición.
Nota
Este truco no sirve para el final de la sesión; los músculos no lo aguantarán


Quieres: sacar una repetición más

Necesitas... hacer trampa
Para terminar, haz trampa del modo que sea. Pero hazlo solo en la última repetición. Proporcionarás un estímulo de crecimiento adicional a los músculos sin forzar el cuerpo en exceso.
Cómo 
Utiliza la inercia, cambia el agarre... lo que sea.
Nota
Esto únicamente sirve para la última repetición


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