Existe una técnica similar a las superseries que puede ayudarnos a romper el estancamiento, aumentar intensidad e incluso volumen de entrenamiento, sin modificar su duración total.
Muchos se preguntan cómo seguir aumentando volumen en un plan de hipertrofia, o carga en uno de fuerza, una vez estancados sin sobrepasar la hora de entrenamiento crítica. Pues bien, la solución pasa por el emparejamiento de ejercicios.
Debemos diferenciar entre superserie y emparejamiento de ejercicios. En el primer caso, en cuanto terminamos una serie del primer ejercicio pasaríamos al segundo sin mediar descanso o, como máximo, 10-15 segundos. La serie, por tanto, se compondría de dos ejercicios seguidos, pueden estar relacionados e implicar músculos similares, o no, en función del objetivo deseado. En el caso del emparejamiento de ejercicios, sería ligeramente diferente debido a que sí que existe descanso entre los dos ejercicios. De hecho, consiste en alternar una serie de cada uno con un tiempo de descanso igual o ligeramente inferior al que solíamos utilizar de manera que, paradójicamente, podríamos aumentar volumen y carga al incrementar el tiempo de descanso, desde que hacemos un ejercicio hasta que volvemos a repetir ese mismo movimiento, con la misma duración total del entrenamiento. Evidentemente, para que esto salga bien, debemos emparejar ejercicios o movimientos antagónicos para que la fatiga provocada por el segundo afecte lo mínimo posible a la recuperación del primero y viceversa.
Además, debido al incremento en el rendimiento, aumentaría el reclutamiento de masa muscular, la respuesta hormonal y cualquier adaptación -ya sea metabólica o nerviosa- por lo que nos serviría tanto para entrenamientos de hipertrofia como de fuerza.
Para aquellos que esto os suene a chino, dejadme que os eche una mano en la selección de ejercicios. Un press banca, por ejemplo, podría emparejarse con un remo, un jalón o dominadas con un press vertical, fondos con remo vertical, flexión de rodilla o codo con extensión de la misma articulación, y así sucesivamente. También podríamos emparejar ejercicios que no necesariamente sean antagónicos mientras nos aseguremos de que los músculos implicados no son los mismos o en lugar de mejorar nuestros resultados ocurrirá todo lo contrario.
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